xoves, 29 de setembro de 2016

Carta a un non lector/a de poesía

Topei esta carta que quizais vos axude a unha ollada diferente:



Vamos a hablar claro: esto de la poesía es un coñazo ¿verdad? No, no hay problema, tienes todo el derecho a pensarlo. Porque es cierto. La poesía (y la literatura en general, pero ahora quiero hablar de poesía porque de eso trata este blog) puede ser un coñazo, pero también puede ser maravillosa. Y eso sólo depende –como la mayor parte de las cosas- de cómo te la cuenten. De cómo te la vendan. Yo mismo, por ejemplo, no hace demasiado tiempo pensaba que la poesía era algo infumable. Aún hoy, que tengo ya 36, sigo pensando que hay mucha poesía que es una mierda. Pero hay otra que ha hecho que mi vida sea mejor. Y estoy escribiendo estas líneas para explicarte esto último, por si acaso a ti también pudiera sucederte.
Por lo general, en clase de Lengua y Literatura te explican los movimientos artísticos, la época en que nació el autor, sus obras principales… Y tú, que no eres tonto, te preguntas: “¿Y esto, a mí, para qué me sirve?”. Esa es la gran pregunta:

¿Para qué sirve la poesía?

Quizás tu respuesta sea “para nada” o “para ligar” o “para aprobar Lengua” o “ah ¿es que sirve para algo?”. Incluso podrías decirme que no tiene por qué servir para nada. Y tendrías razón. Y, sin embargo, ya te digo que a mí me ayudó y me ayuda mucho en la vida. ¿Por qué? Muy sencillo.
¿Alguna vez has tenido una experiencia realmente estupenda –una fiesta, un viaje, has conocido a alguien…- y, al contárselo a algún amigo que no estuviera allí, te faltaban las palabras exactas para explicarle por qué era tan estupenda y distinta a otras veces parecidas? ¿Unas palabras que no fueran “genial” “la hostia” o “ya ves, chaval”? Es muy posible también, aunque no quieras o no te atrevas a reconocerlo, que algunas veces te levantes triste sin saber por qué, o que ver a una persona determinada te dé mal rollo sin que sepas explicarlo, o que te sientas raro contigo mismo porque piensas que todos los que te rodean son imbéciles y no sabes qué haces con ellos (o, todo lo contrario, te parecen una gente alucinante mientras que tú sientes que no estás a su altura) y quizás te den ganas de llorar o de romper algo o de dar una hostia a las paredes cuando oyes a tus padres discutir en la cocina.
Claro que te has sentido así. Porque de esas y de otras muchas sensaciones está hecha tu vida y la de todos los que te rodeamos. Y para todas esas preguntas sin respuesta -y a otras muchas que tú y yo sabemos- tienes la poesía. Sí, no te quedes con esa cara.
Por supuesto que, cuando te sientes así, hay otras cosas. La play, por ejemplo. O un partido. O pasar un rato en tuenti o en facebook. O irte de fiesta con los colegas. O fumarte unos porros y echarte unas risas. Por supuesto que sí. Pero eso, seamos sinceros, no soluciona el problema. Sólo lo deja a un lado. Con cualquiera de esas cosas lo único que consigues es dejar de pensar en lo que te preocupa. Y eso es muy sano, ojo. Yo soy el primero que a veces necesita hacerlo, así que no lo critico. Lo que sucede es que, por mucho que te esfuerces, la realidad siempre vuelve cuando te quedas solo. Me apostaría cualquier cosa a que muchas noches, en la cama, te cuesta dormir porque no dejas de darle vueltas a la cabeza.
Lo que quiero que entiendas con esto es que, a partir de ahora, esas preocupaciones te van a acompañar toda la vida. Y cuando digo “toda la vida” quiero decir toda. Porque los seres humanos estamos hechos de esa pasta. De alegrías, ilusiones y sonrisas, sí, pero también de dudas, incertidumbres y temores. Así que deberías acostumbrarte a ello lo antes posible. Y, por supuesto, comenzar a buscar modos de enfrentarte a esas dudas, a esas incertidumbres, o, por lo menos, de comprenderlas. Es decir, de comprenderte. Porque hay veces en que el principal problema es que no sabemos qué es lo que nos pasa.
Lo que te quiero decir es que la poesía puede ayudarte a saberlo. Sí, sí. Sé que no ves qué relación puede haber entre eso que estudias en clase que se llama soneto y el que haya veces que te apetezca mandarlo todo a la mierda. Sobre todo porque es muy probable que lo que te apetezca mandar a la mierda sea precisamente el soneto, el complemento del verbo y todo eso que te enseñan en clase y que sigues sin saber para qué sirve.
La explicación es sencilla: como te he dicho antes, los seres humanos estamos hechos de esa pasta, y todos nos hemos sentido así. Y cuando digo todos quiero decir todos: tú, yo, tus amigos, tus profesores y tus padres, pero también Garcilaso y Cervantes y Lope de Vega y Bécquer y Machado y Lorca y Neruda y tantos y tantos otros. La diferencia está en que ellos, además de sus fiestas y sus porros (o lo que fuera que existiera en sus respectivas épocas), también se preocuparon de darle vueltas a la cabeza para dejar por escrito cómo se sentían, para así intentar entenderse ellos mismos y que les entendieran los demás. No te voy a negar que, hoy en día, algunas de las palabras que usaban se han quedado antiguas y parece difícil entenderles. Pero no olvides que sus textos hablan de amor, de soledad, de desesperación, de felicidad, de impotencia, de incertidumbre, de miedo al fracaso, de esperanza, de desilusiones… Y tú y yo sabemos que esos temas nos son familiares.
No quiero contarte la milonga de que la poesía puede salvar el mundo. Lo que te estoy contando es que ha habido ocasiones que la poesía ha salvado mi mundo. Gracias a algunos poemas maravillosos conseguí conocer mejor mis problemas, mis dudas, mis miedos, mis frustraciones… Es decir, conseguí conocerme para así poder llevarme mejor conmigo mismo. Quién sabe. Es posible que también te ayude a ti, igual que a veces (estoy seguro de esto) ha habido canciones que te han ayudado a seguir adelante. ¿Por qué no pruebas con la poesía? Al fin y al cabo, se tarda menos en leer un poema que en ver una película.
No sé si esta carta te hará cambiar de opinión. Lo más seguro es que tanto tú como yo volvamos al facebook o a la play para dejar de pensar en los problemas que tenemos. Tú intentarás no darle vueltas a tus cosas y yo haré lo mismo con las mías, e intentaremos olvidar que ahí fuera hay gente que pasa hambre y que no tiene trabajo porque en varias partes del mundo unos cabrones se forraron, se forran y se forrarán en vez de ir a la cárcel, como sería lo lógico si este mundo fuera lógico.
Sí. Lo más probable es que sea eso lo que suceda. Es verdad. Haremos lo posible por no pensar en esas cosas. Y entonces esos cabrones habrán ganado, porque a ellos no les interesa que pensemos. Ni tú, ni yo, ni nadie. Para ellos es mejor que sigamos comprando teles y ordenadores y móviles de última generación para estar entretenidos, porque ellos ganan dinero con nuestra tristeza. Para ellos es mejor que no le demos vueltas a las cosas, que no nos planteemos que a lo mejor las cosas no son como nos las cuentan. Para ellos, lo genial es que cuando nos digan “hay crisis, no hay dinero” nosotros sigamos a lo nuestro en vez de preguntarnos quién tiene el dinero que falta.
No, no pongas esa cara. No he cambiado de tema. Sigo hablando de lo mismo. De cómo la poesía puede ayudarnos a entender el mundo y a nosotros mismos. Fue Quevedo, un grandísimo poeta que nació hace más de cuatrocientos años, quien dijo que un pueblo idiota es la seguridad del tirano. No sé tú, pero a mí no me apetece nada ser parte del pueblo idiota. Pero me apetece aún menos que nuestras ganas de no pensar, de no leer, de no aprender, sean la seguridad del tirano.

martes, 27 de setembro de 2016

Achegándonos á lectura

Xa sabedes que o primeiro libro que leamos este curso vai ser de AGUSTÍN FERNÁNDEZ PAZ porque queremos renderlle unha homenaxe neste primeiro trimestre. Escollede de toda a súa produción o que vos apeteza.

Aquí tedes a listaxe de lecturas optativas; hai unha morea! Pero xa sabedes que podedes escoller o libro que vos apeteza, sempre falando comigo primeiro. Coido que hai libros para todos os gustos e para todos os niveis de lectura que poidades ter neste curso. Hai máis de cen propostas:




Alapont, Pasqual: O inferno de Marta. Xerais
Aleixandre, Marilar: Rúa Carbón .   Xerais
Alonso, Fran: Cartas de amor .  Xerais
Alonso, Fran. Poetízate. Antoloxía da poesía galega. Xerais
Álvarez, Blanca: Palabras de pan. Tambre
Agra, Agustín: Trampa de luz. Xerais
As mil e unha noites. Selección de Brian Alderson. Vicens Vives
Blanco, Concha: Berta non soubo voar. Pentalfa
Bennett, Alan : Unha lectora fóra do común. Rinoceronte
Boyne, John: O neno do pixama a raias.  Faktoría K
Boyne, John: Noah Barleywater escapa da casa . Faktoría K
Boyne, John: O que lle aconteceu a Barnaby Brockett . Faktoría K
Brenan, Herbie: O portal dos elfos. Xerais
Calo, Teresa: Marta ante o espello.  Xerais
CanfieldFisher, Dorothy: A aprendizaxe de Betsy.  Editorial Triqueta Verde
Carballude, Pepe: Marxinados. Galaxia
Carou Figueira, Natalia: O alento nas costas. Baía edicións
Carroll, Lewis: Alicia no país das marabillas. Xerais
Casalderrey, Fina: A Pomba e o Degolado. Xerais
Castelao: Un ollo de vidro. Galaxia
Castro, Francisco: O segredo de Marco Polo. Galaxia
Cela, Jaume: Silencio no corazón. Galaxia
Cimadevila, Fernando: O mundo secreto de Basilius Hoffman. Urco
Cisneros, Sandra: A casa de Mango Street. Sushi Books
Collazo López, Iria: Como unha áncora. Galaxia
Conan Doyle, Arthur: Un estudio en escarlata. Galaxia 
Costas, Ledicia: O corazón de Xúpiter.   Xerais         
Costas, Ledicia: Jules Verne e a vida secreta das mulleres planta.    Xerais 
Costas, Ledicia: Recinto gris.   Xerais         
Costas, Ledicia:   Xardín de inverno. Everest
Christie, Agatha: Asasinato no Orient Expres . Galaxia
Docampo, Xabier: O libro das viaxes imaxinarias. Xerais
Dunker, Kristina: Normal, diferente. Galaxia
Fariña, Anxo: Horizonte de sucesos. Xerais
Fraga, Antonio Manuel: Tártarus. Xerais
Fraga, Xesús: Reo. Galaxia
Frank, Ana: Diario. Faktoría K
Funke, Cornelia: Reckless. Xerais
Gallego, Elena: Dragal. Xerais
García Teijeiro e Reigosa: Lendo lendas, digo versos. Xerais
Greene, Graham: O terceiro home. Galaxia
Gripe, María: Os escaravellos voan á tardiña. SM
Haddon, Mark: O curioso incidente do can á media noite. Sushi Books
Hesse, Herman: Baixo as rodas . Galaxia
Hesse, Herman:  Siddartha.  Galaxia
Hinton, Susan: Rebeldes. Alfaguara-Obradoiro
Kipling, Rudyard: O libro da selva. Sushi Books
Kropp, Paul: Moonkid e Liberty. Galaxia
Lienas, Gemma:  O diario vermello de Carlota. Galaxia
Lienas, Gemma:  O diario violeta de Carlota. Galaxia
Lindgren, Astrid: Os nenos de Bullerbyn. Sushi Books
London, Jack: A chamada da selva. Xerais
López López, Xabier: Biff, Bang, Pow!.  Galaxia
Lourenzo González: Irmán do vento. Xerais
Maceiras, Andrea: Nubes de evolución. Xerais
Maceiras, Andrea: Europa Express. Xerais
Martin, Andreu e Ribera, Jaume: O diario vermello de Flanagan. Galaxia
Martín, Paco: De paraugas. Xerais
Miranda, Xosé: Ariadna. Xerais
Muñoz Puelles, Vicente: A expedición dos libros. Oxford
Negro, Carlos: Makinaria. Xerais
Negro, Carlos: Penúltimas tendencias. Xerais
Northomb, Amelie: Un nome de dicionario. Galaxia
Nöstlinger, Christine: Horario de clase, Galaxia
Nozière, JeanPaul: Cabeza de pelouro. Editorial Galaxia
Núñez Singala, X. M.:  Comedia bífida .  Galaxia
Núñez Singala, X. M.:  Instrucións para tomar café. Galaxia
O Leo: Hai kus. Xerais
Orwell, George: A revolta dos animais. Edicións Positivas
Poe, Edgar Allan: Os escaravellos de ouro. Os crimes da rúa Morgue. Vicens Vives
Pullman, Philip: A materia escura (Triloxía). Faktoría K
Reigosa, Antonio: Trece noites, trece lúas. Xerais
Reimóndez, María: Moda galega. Positivas
Rodríguez Cueto, Milio: A pedra da serpe. Rodeira-Edebé
Roger, Marie-Sabine: Tardes con Margueritte.  Galaxia
Rivas, Manuel: Madonna e outros contos de inverno.  Xerais
Roger, Marie-Sabine: Tardes con Margueritte. Galaxia
Ruá, Aurora: Debuxos no muro. Galaxia
Saint-Exupery, Antoine de: O principiño. Galaxia
Salinger, J. D. : O vixía no centeo. Xerais
Sánchez Gálvez, Manuel: Maelström, Maelström. Galaxia
Santiago, Eduardo: O Gran Reino. Xerais
Schlieper, Birgit e Stahl, Nina: Ás veces quero morrer coa risa. Galaxia
Sende, Sechu: Made in Galiza. Galaxia
Sierra i Fabra, Jordi: A modelo descalza. Galaxia
Sierra i Fabra, Jordi: Nun lugar chamado guerra, Galaxia.
Steinbec, John:  De ratos e homes. Galaxia
Stevenson, Robert Louis: A illa do tesouro. Xerais
Taylor, Kressman: Enderezo descoñecido. Xerais
Tomás, Xosé: Nómades. Galaxia
Toro, Suso de: Unha rosa é unha rosa. Xerais
Twain, Mark: As aventuras de Tom Sawyer. Xerais
Uhlman, Fred. Reencontro. Galaxia
Uhlman, Fred: Unha alma nobre. Galaxia
Vanderbeke, Birgit: Mexillóns para cear. Editorial Rinoceronte
Vázquez Freire, Miguel: Anxos en tempos de chuvia. Xerais
Verne, Jules: A illa misteriosa. Xerais
Viaxe ao futuro. Relatos de ciencia ficción. Edición de Agustín Sánchez Aguilar. Vicens Vives
Vila Sexto, Carlos:  O enigma de Caronte.  Galaxia
Vila Sexto, Carlos:  Gárgola.  Galaxia
Wilde, Óscar: A pantasma de Canterville e outros contos. Vicens Vives

domingo, 18 de setembro de 2016

Eu son... Eu non son

A primeira tarefa será realizar un poema emulando ao noso poeta preferido, Carlos Negro, quen inicia o seu poemario Masculino singular con este poema:




Carlos Negro, tal como el explica, non inventou a estrutura deste poema, senón que lla viu ao poeta Peter Handke no seu libro Vivir sin poesía publicado por Bartleby:


Agora tócavos a vós!!!